La integración de energías renovables en grandes obras es una estrategia necesaria para optimizar recursos y mitigar los impactos ambientales. En proyectos de gran escala, la demanda energética es considerable, lo que hace que la aplicación de fuentes limpias sea económicamente ventajosa.
En una obra de gran porte, es posible implementar plantas solares temporales de tamaño medio a grande, con capacidades que pueden variar de 100 kWp a 1 MWp. Estas plantas se instalan en áreas adyacentes a la construcción o en los techos de estructuras provisionales, como oficinas y almacenes.
La energía generada cubre la demanda de iluminación de las áreas comunes, el funcionamiento de bombas de agua para el control de polvo, la carga de baterías de equipos de pequeño porte e incluso el suministro de energía para los módulos habitacionales de los trabajadores. Y aunque no cubra toda la demanda energética, se convierte en una opción más sostenible en comparación con los generadores diésel, que generalmente se utilizan para mantener el suministro de energía en eventuales interrupciones.
En situaciones donde la obra está lejos de la red eléctrica, la combinación de energías renovables —conocida como sistema híbrido— es extremadamente eficaz. La energía solar puede complementarse con minigeneradores eólicos de hasta 50 kW de potencia. Estas turbinas, junto con los paneles solares, pueden alimentar sistemas de comunicación del cantero, estaciones de bombeo de agua para el control del nivel freático o incluso talleres de mantenimiento de equipos menores.
La integración con sistemas de almacenamiento de energía en baterías garantiza la estabilidad del suministro, incluso en períodos de baja irradiación solar o ausencia de viento, optimizando la operación las 24 horas del día.
Aunque menos común en todos los sitios de obra, la energía geotérmica puede aplicarse en proyectos que requieren control de temperatura de fluidos o espacios específicos. En obras de ingeniería civil que involucran estructuras subterráneas, por ejemplo, la estabilidad térmica del suelo puede aprovecharse para sistemas de climatización de estaciones de trabajo subterráneas o incluso para el calentamiento del agua utilizada en procesos de hormigonado que exigen un riguroso control de temperatura en climas fríos.
Un sistema de intercambiadores de calor geotérmicos puede estabilizar la temperatura de los ambientes de control, reduciendo la carga térmica en los equipos de refrigeración y, consecuentemente, el consumo de energía.
La implementación de soluciones con energías renovables alinea los proyectos con las directrices de sostenibilidad global y logra avances significativos en eficiencia operativa, reducción de costos y autonomía energética. Esa es la esencia de la gestión de obras de vanguardia. Conozca los servicios de Stecla Engenharia y saque su proyecto del papel.
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